La rinoplastia es uno de los procedimientos estéticos más antiguos y más practicados en todo el mundo. Tanto hombres como mujeres se someten a esta intervención que tiene un gran trasfondo cultural y social debido a la importancia de su apariencia.
Pero, ¿a qué se debe su protagonismo? La medida áurea o proporción divina es una correlación que a grandes rasgos, nos habla de la simetría perfecta.
El punto aquí es que las caracteristicas que determinan cuando alguien nos parece bello están en la simetría que nuestro cerebro identifica inconscientemente incluso antes de que nos demos cuenta. Dada la prominencia de esta facción (la nariz es el centro del rostro) se trata de un rasgo determinante en la armonía y belleza facial.
Aunque el tipo de estándares tan precisos que establece la proporción divina no son rigurosamente los que se buscan cuando se realiza una rinoplastia, la belleza es simetría, y los mejores cirujanos plásticos lo saben.
Por lo tanto cuando se realiza una rinoplastia, se deben tomar en cuenta todas las características del rostro para que el resultado sea una cara más refinada y bella en general. Más allá de desear la nariz de alguna estrella de cine, debemos buscar la nariz más adecuada para nuestro rostro, y un cirujano plástico con experiencia es el indicado para conseguir este ideal.
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¿En qué consiste una operación de nariz?
La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico donde se puede cambiar la forma y tamaño de la nariz. Puede corregir las imperfecciones más comunes, como gibas en el puente de la nariz, tabique desviado, una punta poco definida o caída, una nariz muy ancha en la base, una nariz demasiado larga o grande, o demasiado corta y pequeña. Al igual que deformaciones congénitas o provocadas por accidentes o una cirugía de nariz anterior (rinoplastia secundaria).
Una rinoplastia puede llevarse a cabo por diferentes motivos, pero el descontento o inconformidad con su forma y tamaño es el principal. La forma y tamaño de nariz que posee cada persona es una herencia genética, y a los 16 años suele alcanzar su desarrollo total. Por lo tanto, se recomienda esperar hasta después de esta edad para realizar el procedimiento.
Si se ha tomado la decisión de someterse a una rinoplastia, lo primero que se debe hacer es encontrar al cirujano correcto. Esta decisión es la más trascendental de todo el procedimiento, ya que depende de la experiencia, talento y profesionalismo del cirujano que obtengamos resultados positivos.
Por este motivo debe tomarse el tiempo necesario para investigar todas las opciones y decidir. Casi todos los cirujanos tienen sus propios sitios web donde podemos encontrar fotografías de las cirugías que han realizado, y esa es una gran forma de hacernos una idea de el tipo de rinoplastías que realiza, si nos gusta o no.
Una vez que se ha elegido al cirujano que se considera apropiado, establecer una buena comunicación entre los deseos del paciente y las opciones del cirujano es clave para que se tengan expectativas realistas. El cirujano explicará todo lo relacionado con el procedimiento, y aquí es cuando todas las dudas deben ser expresadas y resueltas. Esto puede realizarse en una consulta o varias hasta que el paciente se sienta completamente seguro y satisfecho con lo planteado por el cirujano.
Tipos de cirugía de nariz
Existen varios tipos de cirugía según el objetivo que se persigue.
Rinoplastia de reducción
Cuando se busca conseguir una nariz más pequeña (lo más común), la rinoplastia recibe el nombre de rinoplastia de reducción.
El cirujano modifica o “reacomoda” el cartílago y los huesos de la nariz según la posición deseada. Si existe alguna giba, ésta se retira y luego es común que se realice una osteotomía (fractura controlada) para estrechar el puente de la nariz y cerrar el “hueco” que dejó la giba al removerla.
Los demás cartílagos son moldeados y predefinidos para darle a la nariz un tamaño menor y una apariencia más fina. Una férula se coloca en las zonas óseas que se han ajustado. Si las fosas nasales han quedado muy grandes tras reducir el tamaño de la nariz, se realizan unas pequeñas incisiones en la base de la nariz para darles una apariencia más pequeña. La piel de la nariz no se corta, es bastante elástica, y una vez que sea colocada en su nueva estructura interna se amoldará a ella a la perfección.
Rinoplastia de aumento
En los casos en los que se necesite realizar cambios que hagan la nariz más grande o con mayor proyección, hablamos de una rinoplastia de aumento. Por ejemplo, hacer el puente de la nariz mas largo o más ancho, darle más volumen en el dorso, etc. El procedimiento conlleva principalmente el uso de injertos.
Estos injertos pueden ser autólogos, es decir, el cirujano toma hueso y cartílagos de las costillas, codo, craneo u orejas del paciente, luego moldea estos tejidos y los utiliza para darle un tamaño más apropiado a la nariz. También existen injertos sintéticos de materiales aloplásticos, aunque es más recomendable usar los propios tejidos del paciente ya que así existe menos riesgo de rechazo e infecciones.
Rinoplastia Cerrada
En la rinoplastia cerrada las incisiones se realizan por dentro de las fosas nasales para acceder a la estructura interna de la nariz. Una de las principales ventajas de este método es que no se deja cicatrices visibles. Esta cirugía toma menos tiempo, provoca menos inflamación y una recuperación más rápida que con la técnica abierta.
Sin embargo, las incisiones que se realizan por cada fosa nasal no se conectan entre si, lo que limita la visibilidad y el acceso que tiene el cirujano para manipular los tejidos. Aunque este ha sido el método más común en la historia de la rinoplastia, se ha empezado a debatir sus limitaciones de alcance, precisión y visibilidad.
Rinoplastia abierta
Se realiza por medio de diferentes incisiones por dentro de las fosas nasales y una insición mas llamada intra columelar (la piel que divide las fosas nasales). Gracias a esta incisión, se puede levantar la piel en su totalidad y así exponer casi toda la anatomía nasal con lo que el cirujano puede moldear, definir, y observar con claridad cada aspecto de la nariz.
Existe mucha controversia en la comunidad de cirugía plástica sobre cual de estos dos métodos es el más efectivo. Muchos cirujanos experimentados afirman que ambos métodos son efectivos y que pueden utilizarse según las características particulares de cada caso.
Por ejemplo con el método cerrado se pueden corregir perfectamente las gibas, deformaciones óseas y demás defectos en la parte superior de la nariz, pero si por otro lado se requiere trabajar la punta o detalles más precisos con el método abierto pueden realizarse más fácilmente.
La clave es que debemos dejar que el cirujano elija el método que el considera el más apropiado y con el que se siente más cómodo, ya que si le hemos elegido es por que confiamos en su capacidad y experiencia.
Preparación de la cirugía de nariz
El cirujano examinará la nariz a detalle y tomará medidas y fotografias que puedan servir para hacer comparaciones con el antes y el después de la apariencia del paciente.
Así mismo, le explicara como prepararse para la cirugía. Por ejemplo, si el paciente fuma, deberá dejar de hacerlo mínimo un mes antes de la cirugía, ya que fumar interfiere en el proceso de sanación y aumenta el riesgo de contraer infecciones.
También ordenará análisis médicos para comprobar que el paciente se encuentra en un estado de salud óptimo, lo que es crucial en cualquier tipo de cirugía. En la mayoría de los casos las rinoplastias se realizan bajo anestesia general por lo que no se deben consumir bebidas ni alimentos mínimo 6 horas antes de la operación
Una rinoplastia dura aproximadamente una hora, aunque puede durar más si se combina con otro tipo de procedimientos como el implante de mentón. Si bien existen muchas creencias sobre este procedimiento, la verdad es que con el paso de los años se ha vuelto más y más sencillo, tanto que el paciente puede regresar a su casa el día siguiente.
Rinoplastia: recuperación
Después de la cirugía, si se realizó alguna fractura el cirujano colocara una férula de yeso así como “tapones” en cada fosa nasal para mantener la nueva forma de la nariz. Esto supone que el paciente tenga que respirar por la boca algunos días. Este hecho (los famosos tapones y tener que respirar por la boca) suele ser lo más incómodo de la cirugía para las personas que se han sometido a una rinoplastia.
Las molestias existen pero no son extremadamente dolorosas ni hay demasiado sangrado o complicaciones adversas. De hecho, los moratones y la férula hacen verla más aparatosa de lo que en verdad es. Aunquela experiencia nunca es igual para todos, puesto que el umbral del dolor y sensibilidad personal varían de paciente en paciente.
Rinoplastia: postoperatorio
Con algunos medicamentos para el dolor y antibióticos el paciente puede irse a casa tranquilamente al día siguiente de la operación.
Durante las primeras noches, se recomienda dormir con varias almohadas ya que mantener la cabeza elevada ayuda a reducir la inflamación. Si se presentara cualquier anomalía como fiebre o sagrado excesivo debe acudir con el cirujano de inmediato, pero esto es muy poco probable.
No existen indicaciones médicas que impidan trabajar o asistir a la escuela por más de tres días, pero debido a la inflamación y los moratones algunas personas prefieren permanecer en casa hasta que la cirugía se vuelve un poco menos evidente.
Los primeros días se tendrá que visitar el consultorio del cirujano, ya que tiene que observar el proceso y la evolución de la recuperación, así como retirar los tapones y la férula al cabo de una semana. A partir de ahí colocará cinta micropore durante el primer mes, para ayudar tanto a los tejidos como a la piel a que se ajusten a su nueva estructura.
Si se desea realizar otro tipo de actividades físicas de mayor esfuerzo, es necesario consultarlo con el médico pero se recomienda esperar un par de meses antes de realizar actividades intensas, ya que un golpe fuerte puede cambiar la forma que se le había dado a la nariz durante la cirugía. Así mismo no se recomienda exponerse demasiado al sol ya que la piel se encuentra sensible. No hay que poner en riesgo lo que se ha conseguido.
Resultados de la rinoplastia
Uno de las factores que más se deben considerar en la rinoplastía es que el resultado final no puede apreciarse inmediatamente. A los 3 meses podremos observar parcialmente cual será la apariencia de la nariz, pero aún estará muy hinchada. La inflamación baja lentamente.
Ciertos cambios sutiles que pueden ser mas notorios unos días y otros no, por ejemplo en las mañanas la nariz puede parecer más hinchada y por la noche más fina. Por eso suele ser necesario esperar un año o más para poder apreciar por completo el resultado permanente.
Rinoplastia secundaria
Una rinoplastia de revisión o secundaria recibe este nombre precisamente por que se trata de una rinoplastia que busca corregir o mejorar los resultados de una cirugía anterior. No importa si es la segunda o tercera vez que se realiza una cirugía de nariz, igualmente se le llama rinoplastia secundaria.
Se recomienda esperar entre 6 meses y un año como mínimo después de haberse operado antes de considerar siquiera la posibilidad de realizarse otra cirugía. Muchas veces los pacientes se precipitan y olvidan el hecho de que la nariz tarda en sanar y que deben esperar para ver el resultado final .
Operarse de nuevo sin darle a la nariz el tiempo suficiente para sanarse puede ser todavía peor. Simplemente un cirujano no querrá realizar una operación de nariz con tejido inflamado ya que no puede tener una idea precisa de lo que necesita hacer y la nariz puede sufrir daños irreversibles. La clave en este caso es la paciencia, y si aún después de este tiempo los resultados no son satisfactorios, entonces puede considerarse una cirugía de revisión.
Estas cirugías son más complejas y deben ser realizadas por cirujanos con experiencia en este tipo de procedimientos ya que generalmente se deben usar injertos, pueden tomar más tiempo y ser más costosas que una cirugía primaria. Pero con el cirujano adecuado, se puede mejorar considerablemente el aspecto de la nariz y alcanzar los resultados deseados.
Rinoplastia: precio
El precio promedio de una rinoplastia en España puede escilar entre los 2.000 y los 4.500 euros, o incluso más. Esto depende principalmente del prestigio y experiencia del cirujano que se elija, las instalaciones u hospital donde se llevara a cabo la cirugía y el tipo de anestesia.
Aunque el precio es elevado, esta cirugía ya es bastante accesible debido a que las clínicas suelen ofrecer distintas formas de financiación que se pueden ajustar a las necesidades de la mayoría. Siempre habrá el caso de las personas que sueñan con una nariz bella durante tanto tiempo que ahorran comprometidamente hasta reunir la cantidad necesaria, y también los que pueden pagarla sin ningún problema. En cualquier caso el precio de la rinoplastia no parece mermar su gran demanda.
Si ya te has decidido a tomar esta importante decisión recuerda que el cirujano de tu elección debe resolverte cualquier duda si todavía tienes alguna. La rinolastia es una gran herramienta para mejorar nuestra autoestima y calidad de vida, no dudes en aprovecharla.